viernes, 11 de septiembre de 2015


ESTAS SON  LAS FIESTAS??....SEGURO????

Desde hace ya varios años tengo la sensación de que algo en las fiestas de Trujillo está cambiando, al principio creía que era cosa de la edad...uno se va haciendo viejo y piensa que cualquier tiempo pasado fue mejor, pero este año me he convencido de que nuestras fiestas populares no son ni por asomo y para mal, lo que eran en tiempos pasados.
Las nuevas formas de vida de nuestros jóvenes sujetas a internet y sus redes sociales que les han llevado a buscar como único método de diversión el beber hasta perder el control, las drogas de diseño y el sexo sin más tienen gran culpa de ello y no es que en nuestra época no bebiéramos, que bebíamos y mucho pero no era ese el único fin de la fiesta.
Trujillo a mi parecer cuando llegan las fiestas ni es un pueblo ni es una cuidad, es decir que está a medias entre las fiestas de ciudades grandes con grandes eventos y el calor de los pueblos pequeños que protegen y cuidan sus tradiciones como base de sus fiestas.... vamos que estamos ahí en tierra de nadie.
Quizás sean demasiado largas con demasiados eventos, demasiados días, demasiados gastos, para la gente que somos o quizás sea cierto eso de la apatía del trujillano que nunca parece estar conforme con nada pero que no hace nada por cambiarlo...aunque yo quiero creer que no es así.
Lo cierto es que las "pre-fiestas" no han estado mal, más de 150 personas han participado en los torneos deportivos, el concierto joven ha conseguido asentarse y en los últimos años está registrando buenas entradas a pesar de la dudosa juventud de algunos grupos y del abuso de los organizadores a la hora de gestionar el bar dando un servicio pésimo a precios desorbitados.
El nuevo formato de festivales tampoco está mal, todo un acierto lo del pregón y primer día gratis y también un acierto el traer a un cantante de moda el segundo día que últimamente suele llenar el castillo, lo de las damas sería tema para hablar aparte. Y por último las fiestas religiosas donde la gente se vuelca en cada acto demostrando una falsa fe que desaparece a los pocos días y el incansable Peneque que sigue dando calor a los más pequeños cada año llenando la plaza de niños.......pero chicos, es cantar la salve tirar los cohetes y como que todo se desinfla de golpe, cada vez son más los que deciden coger las maletas y desaparecer esos días o los que se quedan pero viven ajenos a la fiesta mientras que los jóvenes se reúnen en pequeños grupos a beber a su bola con el sonar de fondo de la verbena y es que el sábado la plaza es un auténtico macro-botellón con una orquesta de fondo a la que solo algunos hacen caso. Atrás quedan aquellos años en los que se cantaba y se bailaba, en los que las familias se preparaban para esos días recibir a sus familiares que vivían fuera, recuerdo cuando era niño aquella peña que hicieron los trujillanos que vivían en Madrid con canciones y bailes animando por las calles y recuerdo mi juventud cuando ser de una peña era algo más que ponerte una camiseta y pagar 20 euros para un botellón....el pingo, los batussys, el punto, los notas y los incansables belloteros llenaban las calles de color y ruido con sus pancartas, sus tambores, sus canciones y esas capeas con llenos hasta la bandera tanto en la grada como en el ruedo con concursos, piques, actuaciones, revolcones, el ponche...¿Qué fue del ponche? compartíamos todo, comida bebida y durante esos días la calle era nuestra casa. ¿Qué hicimos mal para no saber transmitir todo eso a las siguientes generaciones?
Está claro que a estas fiestas hay que darles una vuelta pero no me pregunten como, no tengo ni idea, son largas y caras, bueno caras para algunos ya que otros van de gorra a todas partes , en eso deberíamos aprender de nuestros vecinos de Huertas todos son iguales a la hora de pasar por taquilla.
Los cabezudos no son como antes, ya no bailan, ni casi corren ni se les dice a los coches aquello de si no pita no pasa ni se forman esas barreras tremendas en sillerías, solo les preocupa parar a beber de bar en bar mientras los niños se aburren esperándoles cualquier año van a llegar a la plaza a la hora de la Salve.
El Domingo, el lunes y el Martes las calles estaban vacías, había gente en las terrazas pero sin ambiente y salvo el Domingo poca gente se acercó a las capeas. Apenas un par de decenas de jóvenes dentro del ruedo la mayoría recortadores que van de pueblo en pueblo y solo la música de la charanga animaba la fiesta, antes no hacía falta charanga, la gente cantaba bailaba y montaba su espectáculo, yo ya no bajo a las capeas me aburren y como a mí a muchos, habría que hacer algo con ellas pero no se me ocurre nada y mientras los más jóvenes siguen a lo suyo empeñados en beberse todo aquello que cae en sus manos, en una mano el vaso, en otra el móvil y venga a subir fotos contando lo bien que se lo pasan en las fiestas y es que es más importante contarlo que vivirlo. Añoro y mucho aquellos años y no soy de los que viven del recuerdo, me gusta vivir el día a día y como debe ser los tiempos cambian pero hay costumbres y cosas que deberían mantenerse siempre y no es culpa de la comisión de fiestas y del ayuntamiento, pero algo no estamos haciendo bien cuando estamos perdiendo nuestras tradiciones por mucho que el periódico nos cuente que miles de personas se echaron a la calle...
En fin a pesar de todo como buen trujillano sigo viviendo la fiesta y sigo intentando disfrutar de ella sobre todo el día de las mujeres que es el más parecido a lo que fue Trujillo algún día. Mi enhorabuena a todos aquellos que organizan las fiestas de Trujillo, esto no es una crítica hacia ellos, son simplemente las sensaciones de un trujillano que ama a su pueblo y a sus costumbre y que quiere que no se pierda aquello que un día nos hizo diferentes.
Les dejo un perfil de Facebook donde hay fotos y videos de como eran las fiestas hace veintitantos años....verán como poco o nada se parece con lo que vemos ahora
                              ÑEKE
                                               FOTOS Y VIDEOS DEL PINGO